Introducción
Un organizador de escritorio es un elemento indispensable en cualquier hogar. Ayuda a poner orden, a liberar espacio de trabajo y a organizar todo lo que suele estar desperdigado por la mesa. Hacer un organizador con tus propias manos es una idea estupenda tanto para adultos como para niños. No es sólo un objeto práctico, sino también un fascinante proyecto creativo que puedes adaptar a tus necesidades. Y lo principal es que no requiere ningún gasto: todo lo que necesitas lo puedes encontrar en casa.
Material necesario
- Cartón denso (por ejemplo, de cajas de zapatos)
- Cuchillo y tijeras de papelería
- Pegamento PVA o pistola de pegamento
- Regla y lápiz
- Papel de color, papel pintado o tela decorativa para cubrirlo
- Elementos decorativos: cintas, botones, pegatinas
Paso 1: Planificación
En primer lugar, decida exactamente qué va a guardar en el organizador. Pueden ser bolígrafos, clips, lápices, pinceles, cuadernos, etc. A continuación, dibuja un esquema del futuro organizador con las dimensiones y la ubicación de las secciones. Esto te ayudará a saber cuántos separadores y de qué tamaño necesitarás.
Paso 2: Preparación de las piezas
Dibuje los elementos necesarios en el cartón y recórtelos con cuidado: base, paredes laterales y trasera, tabiques interiores. Si lo deseas, pega las paredes de dos capas de cartón para que sean más resistentes. Es mejor etiquetar todas las piezas para que no se mezclen durante el montaje.
Paso 3: Montaje de la base
Pegue los paneles laterales y trasero a la base. Asegúrate de que estén nivelados y bien sujetos. Utiliza pinzas para la ropa o clips hasta que estén completamente secos. Esto garantizará la estabilidad de toda la estructura.
Paso 4: Instalación de las particiones
Inserte las particiones internas según su croquis. Pueden ser secciones horizontales o verticales. Puedes hacer celdas "de varios pisos" utilizando cartones de té o de huevos.
Etapa 5: Etiquetado
Cuando la construcción esté completamente seca, puedes empezar a decorarla. Cubre el organizador con papel de color, kraft, tela o restos de papel pintado. Dobla suavemente los bordes del papel hacia dentro. Utiliza pegamento en barra o PVA. También puedes pintar el organizador con pintura acrílica.
Paso 6: Decoración
Añade personalidad: pegatinas, etiquetas, botones decorativos, trenzas, encajes. Las inscripciones o dibujos quedan bien si el organizador lo va a utilizar un niño; incluso puedes dejar espacio para una foto o un horario.
Finalización
Comprueba que todo está bien sujeto, retira los restos de pegamento y recorta el sobrante. El organizador ya está listo para usar: colócalo en tu escritorio, llénalo de contenido y disfruta del orden.
Opciones de aplicación
- Para papelería: bolígrafos, lápices, clips, reglas.
- Para cosméticos: pinceles, barras de labios, máscaras de pestañas.
- Para joyas: pendientes, anillos, pulseras.
- Para labores de aguja: hilo, botones, agujas.
- Para tecnología: cables, memorias USB, auriculares.
- Rincón de los niños: lápices de colores, pegatinas, figuras.
- Regalo: Un organizador de bonito diseño es una idea estupenda para el 1 de septiembre, Nochevieja o un cumpleaños.
Consejos adicionales
- Utiliza cajas de té para objetos pequeños.
- Utiliza cartón de diferentes grosores, esto te dará estabilidad.
- Utiliza cinta adhesiva de doble cara si no quieres esperar a que se seque el pegamento.
- Cuando trabajes con niños, prepara las piezas con antelación para que ellos se encarguen del montaje y la decoración.
Conclusión
Crear un organizador de escritorio con cartón es una actividad útil, interesante y respetuosa con el medio ambiente. No obtienes sólo una caja, sino un accesorio con estilo que refleja tu gusto y simplifica tu vida diaria. Y si enfocas el proceso con creatividad, puedes incluso hacer toda una colección de organizadores para distintas tareas.